A lo largo de nuestras vidas siempre nos han enseñado que las cosas materiales vienen y van, que lo material no importa mientras nos encontremos con salud y con amor a nuestro alrededor. Pero también es cierto que todos tenemos algo material al que queremos tanto como si fuera un objeto vivo capaz de sentir y de tener vida propia. Y muchas veces este objeto suele ser algo tan pequeño e indefenso como, en mi caso, mi colección de Kinder Sorpresa, o mi ya conocida devoción por la caja edición limitada de Halo 2…Y es que es natural el hecho de que nos encontremos con un objeto que nos provoque ser tan feliz (ya sea un dulce, un libro, un oso de peluche o una cobija) que por un momento de angustia este objeto inanimado nos levante una sonrisa del rostro, y cuando ya no esté a nuestro lado, lo demos un poco de nuestro tiempo para recordar y suspirar sobre aquella bella época en la que solíamos ir a todos lados con nuestro pequeño hijo que siempre estaba ahí para nosotros, y aunque no hablara mucho, funcionaba tal como una bic (si, porque bic no sabe fallar).
Ya sé! Te iba a empezar a mencionar las cosas que me arrancan una sonrisa pero creo que son demasiadas así que solamente diré que comparto tus sentimientos. Fin :)
ResponderBorrarhaha exacToooooo =|..
ResponderBorrartodos tenemos algo artificiaaaL qe amamos.. i qe jamas qerriamos dejaaaR..!
tiene srazooon haha i qe mejor qe mi foto del brilliToo para esoo noo? hahahaha
t qieRoo mensooo=)
sigueme extraniandoo hahah qoieno =$.. hahah baeeeee♥
::m'a=]