I Feel So Useless...

No soy una persona que siempre esté dispuesta a hacer algo por la comunidad, ni mucho menos algo por el bienestar de la sociedad. Y no lo soy no por el hecho de que sea un apático insensible, sino porque soy un fracaso en administrar el tiempo de mi vida y no soy una persona con iniciativa. Pero hay ocasiones en las que me nace el hacer algo productivo, algo que libere sonrisas o tan solo un bienestar en la vida de alguien, algo así como en el día del ensayo de la orquesta...

Me encontraba tan feliz por tocar con la orquesta, y el director me pasa una partitura y me dice que toque a primera vista, cosa que yo definitivamente no puedo hacer (soy tan hábil para leer a primera vista como lo soy para cocinar) pero igual y decidí hacerlo, en fin, todo sea por el arte...

Nunca había tocado una pieza del señorito Ginastera, y definitivamente no es tan fácil como yo en un principio pensé. Y justo cuando ya le estaba empezando a entender ¡Pum! (sí, así es, ahora mi blog incluye onomatopeyas) me topo con una barra de aproximadamente 1'247,849.53 compases de silencio (bueno, no tantos pero igual y son muchos). Y es justo en este momento en que me carcome las entrañas el hecho de que tengo muchos silencios cuando me pongo a reflexionar y descubro que, heme aquí, en pleno ensayo de la orquesta, y me encuentro con un problema que de alguna manera envuelve todo lo que me vuelve paranóico y me provoca esconderme... No soy bueno para contar, no soy bueno con el silencio ni soy bueno para leer a primera vista (y un dato curioso es que me es más dificil leer un silencio que leer notas) y todo esto junto con mis enormes ganas de querer tocar me provocó tanta ansiedad... Es querer hacer algo y no poder hacerlo... Quieres hacer algo, lo que sea, pero no puedes producir, no es el momento. De pronto, te sientes inecesario...

Esto es algo que es recurrente en mi vida, que quieres ayudar pero ya es muy tarde o simplemente no necesitan de tí. A veces puedes ayudar mucho, a veces poco, y a veces nada. Así es la vida, supongo que por eso tengo que estar siempre con ganas de ayudar, para que mis probabilidades de tener éxito en encontrar a alguien a quien pueda ayudar sean mas favorables para mí... Hum... Nah...

Claro, fueron como 20 segundos de silencio, no hay por qué volverse locos, pero aún así es interesante como pensé en ésto en 20 segundos. Me imagino que por cosas así los que tocan los instrumentos de alientos (que tienen 10 compases de silencio por cada compás de notas) son tan reflexivos. Comienzo a creer que estos músicos son las personas mas probables de descifrar los grandes misterios de la vida...