domingo, septiembre 16, 2007

Sobre La Independencia...

Para entrar a mi departamento necesito abrir 1 reja y 2 puertas. Para entrar a la casa de mi madre ocupo 3 llaves y la clave de la alarma. En la noche el señor de la tienda me tiene que atender por una ventanita en la puerta, ya que no deja entrar a nadie. Cada vez que estoy con la laptop en algún lugar que ofrezca internet inalámbrico estoy con miedito de que alguien intente quitarme la computadora. En el camión siempre tengo que irme al último asiento para poder usar mi iPod sin que nadie se me quede viendo. ¿Cómo es que podemos celebrar nosotros el día de la Independencia, de nuestra Independencia, si todos vivimos así?

A mí me gusta el piano. Me gusta el arte. Me gustan los videojuegos. Me encantan los cheesecakes. Me he enamorado en más de 1 ocasión. Me han roto el corazón más de 3 veces. ¡Hasta he hecho amistades por la simple curiosidad de "Haber si puedo estar con alguien que sea tan distinto a mí."! El otro día duré como 9 horas con una amiga y lo único que hicimos fue platicar. Me gusta la lluvia. A veces hago nudos para deshacerlos después. Ayer estaba triste y decidí quedarme en mi casa y ver películas de amor mientras tomaba leche y comía unas donas, nada más para ponerme a llorar más de lo que ya estaba.

Ésa es mi libertad. La libertad de poder hacer mi vida. De darme lujos y de hacer lo que me gusta. De darme el tiempo para aburrirme. De poder hacer por horas algo que no sea productivo para mi existencia. De poder ir al cine y salirme porque la película no me gustó.

Hay mucha gente en este país y en el mundo que no pueden darse el lujo de ir a la tienda y comprarse sushi. Hay personas que están en plena batalla disparando a cualquier cosa que se mueva. Hay gente que hoy no comerá.

Así que hoy yo tengo mucho que celebrar. Tal vez vea a una patrulla usando su sirena y códigos simplemente para poder pasar el semáforo o tal vez vea a una persona que se vaya de la taquería sin pagar. Probablemente vea a una señora que esté con un vaso en la mano pidiendo dinero. Pero yo tengo muchas razones para celebrar. Ayer lloré y con mayor razón he de celebrar. ¡¿Cuántas personas no han sentido algo por alguien?! ¿Cuántos niños han tenido que amar a su rifle y morir junto a él? En esta vida hago lo que me gusta, lo que quiero, lo que necesito. El simple hecho de ir al café a leer es algo que alguien jamás imaginaría posible. La libertad de amar, de expresar y de cantar en pleno concierto es la libertad que hoy los invito a celebrar. Sé que este mundo tiene muchos defectos, pero creo que también es saludable dar gracias por lo que tenemos. A todos nos han robado, y en mi caso, me han robado más el corazón que la casa. Y por eso hoy voy a celebrar.