Sobre Santa Claus...
Estaba en la escuela y la maestra me dijo que Santa Claus no existía. Que era algo así como un invento. Se suponía que la clase era de Van Gogh. Se suponía que iba a ver cuadros bonitos de un tipo que se cortó la oreja. Yo quería ver cuadros bonitos e imaginarme cosas bonitas.
Me rehuso a pensar que no existe. Es una persona que nunca falla. Siempre me da regalitos debajo del arbolito. Se la pasa todo el año viendo que me podría gustar y me lo regala en Navidad. Es la única persona que sé que me va a dar algo. Y toma chango tu banana que me dicen que no existe.
Una vez en la noche lo escuché bajar por la chimenea. Lo chistoso es que yo ni tengo chimenea, pero lo escuché, lo juro.