La historia de mi teclado es toda una aventura llena de drama, comedia, terror y romance adolescente. Es una odisea por los momentos mas exóticos de mi vida y sobre todo, es una historia llena de eventos que marcaron el rumbo de mi existencia.
La historia comienza hace ya un par de años, cuando yo me encontraba en la secundaria... fue una navidad donde (continuando con la tradición) Santa Claus me trajo un instrumento de regalo, y asi se unía un nuevo miembro a mi familia de instrumentos. Era este teclado con el nombre de Radioshack justo arriba de la hermosa y brillante pantalla color azul que me daba toda la información que pudiera o no necesitar. Era este teclado el tercero en la familia de teclados, y fue éste el más importante de todos ellos para mi.
Con este teclado comencé a navegar por las inestables aguas del rock alternativo y del metal, tratando de tocar tan rápido como mis dedos fueran permitidos por mi tan débil habilidad muscular y mi casi nula imaginación armónica. Y así comenzó lo que me gusta llamar "etapa de perdición músical" donde me dediqué a tener varios grupos de distintos sabores metalosos y donde no llegué a ningún lado, y lo más sobresaliente que pude tener de esta etapa fue el haber tocado con un negro y haber tocado con cierto grupo metaloso que nunca se aprendió bien mi nombre (también conocido como Shalott).
En fin, después de esta etapa donde me di cuenta que mis inclinaciones artísticas no tenían el mismo camino que la música tan áspera y violenta como el metal, decidí tener un drástico giro en mi vida, mismo que se vió acompañado por una de las etapas mas mediocres de mi existencia, es decir, la etapa donde tuve mi primer noviazgo. Y no es que tenga algo en contra de lo que alguna vez fue, pero para que ellos que aún recuerdan, mi vida en ese entonces era mas agrio que dulce.
Después de conocer a la no tan diversa música de Tori Amos, y el dramatismo alternativo de Fiona Apple, comencé a indagar en la música contemporánea y en el jazz, mismo que hasta la fecha me cautiva. Y fue en esta época donde surgió algo mas rico que un melón y algo tan rojo que un ciego no podía ver... Comenzó la idea de Rich Sandía, donde la ideología de hacer música sencilla y siempre tan vivaz me mantuvo con ideales tan contrastantes que aún ahora suelen vivir en mí, entre estas 2 grandes fuerzas en la composición, la simplicidad y la complejidad en una obra.
Fue en este teclado donde comenzé mis primeras improvisaciones, ya que por su teclado débil, me resultaba mucho mas facil ejecutar motivos veloces que en un piano (lo cual resulta un poco más que super obvio) (vaya analogía =/)
Tiempo después, los últimos años de mi preparatoria se avecinaban, y con ello venía lo que mas llegaría a extrañar...
Un joven hartamente sensual me invitó a tocar en un grupo con él, a manera de diversión, donde Sin Bandera y Benny Ibarra serían el platillo fuerte del grupo. Mi primera reacción (no hacia su cuerpo, sino hacia su comentario) fue una negación total, ya que como era posible que yo, en medio de mi creación músical tan formal, podría tocar música tan pobre como la de Sin Bandera, pero después de que el amor invadió mi existencia, dije, (una vez más, como buen hombre enamorado capáz de impresionar a una mujer) "Bueno, ¿por que no?" Así que así empezó el motor que me trajo hasta Ensenada a estudiar...
Así comenzó la serie de ensayos donde aprendí a distinguir varios acordes básicos de la guitarra y así poder tocar en el teclado (y así evitarme la necesidad de aprenderme las canciones).
Tiempo después vinieron las presentaciones en vivo. Tocamos frente a la escuela y hasta en fiestas (donde una vez cierto gordo grabó a cierto miembro de los players jugando con su novia de muy corta edad) y fue en ese momento, mientras estaba en mi estado de nirvana musical, que me dije a mi mismo que era ésto lo que quería hacer, por que tenía a gente a mi alrededor, todos bailando al ritmo de mi guitarra prestada o coreando la canción al ritmo del piano... Era una conexión especial que alimentaba mi alma, era algo que yo siempre había querido y que en ese momento super qué era lo que necesitaba para lograrlo... no necesitaba el ensayo, la práctica, la habilidad, no era nada de eso, era la pasión, poner el corazón en tus manos, era tocar por divertir, por jugar, por entretener =) Y fue así, mientras llovía cerveza y ponche loco sobre mi cabeza y la del party entero, que suspiré y me dije a mi mismo que este era el camino de mi vida, y fue algo que solo yo, y mi casi electrocutado teclado vivimos, en un momento donde hubo alguien que no le quiso dar una lightstick a señor Chiquis, mientras la matus estaba de pederesta, donde pelayo estaba de voyeurista, y donde esteban estaba imaginando cosas con gisell que me hacen cuestionar su integridad moral.
Fue así como sucedió, y es así, como mi teclado y yo, seguimos en estra travesía por la vida, tratando de alcanzar nuestro máximo sueño, que es, llegar al grado donde los errores ya no importen, donde no sea relevante el hecho de que tan rápido puedas tocar o que tan bueno seas para contar (*cough* bartok *cough*), sino que tanto entendimiento puedas tener con tu público, y que tan interesados los puedas llegar a tener. El arte para mí, no es sobre elitismo ni mucho menos sobre intelectualismo, sino sobre sensibilidad, y sobre todo de pasión, por que no hay nada mejor que estar tocando y sentir que todas las personas a tu alrededor sienten lo mismo que tú, que no existe nada mas, que sólo eres tú y tu instrumento, y que el público sienta eso y que responda, donde no haya nada más que hacer, y que lo único que quieres es... bailar.